Cómo pedir una excedencia: requisitos necesarios
Dentro del ámbito de las decisiones laborales que les corresponden a los trabajadores existe una directamente relacionada con el cese de la actividad, que conocemos con el nombre de excedencia. Esta es una herramienta que está a disposición de cualquier empleado y que puede solicitarse en todo momento, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos, en aquellos casos en los cuales un trabajador quiere dejar de trabajar para su empresa.
Aunque lo cierto es que esta excedencia laboral suele ser un derecho básico de cualquier trabajador, son muchos los que desconocen su existencia o que no saben muy bien cómo funciona. De primeras, solicitar una excedencia parece algo complejo y, sobre todo, como bien hemos mencionado, una decisión muy importante, por lo que no es un recurso que vayan a solicitar muchos trabajadores a lo largo de su etapa laboral.
Sin embargo, es cierto que es una herramienta que puede resultar muy útil en aquellas situaciones en las cuales una persona necesita un tiempo alejado del trabajo. En el caso de que quieras saber cómo pedir una excedencia en el trabajo, a continuación te hablamos de los pros y contras de una excedencia laboral y cuáles son los requisitos para solicitarla. Es importante que valores bien esta decisión, pero te acompañamos con toda la información necesaria en este artículo para que puedas tomarla con cabeza.
¿En qué consiste una excedencia?
La excedencia laboral es una herramienta regulada por el artículo 46 del Estatuto de los Trabajadores que consiste en la obtención de un periodo de descanso para el trabajador. La excedencia, por lo tanto, sirve para suspender las prestaciones de servicio a la empresa y, en consecuencia, el contrato que se tiene con esta compañía, aunque no por ello implica finalizarlo.
El término de la excedencia laboral puede resultar algo abstracto de primeras, puesto que, como decimos, no significa dejar el trabajo, sino que más bien supone una paralización de la actividad durante un período de tiempo concreto. La excedencia voluntaria, como bien indica su nombre, nace directamente del trabajador y, por lo tanto, es él quien debe solicitarla a la empresa.
Generalmente, las excedencias voluntarias suelen rondar de los cuatro meses a los cinco años y un trabajador está en su derecho de pedir diversas excedencias en una misma empresa, siempre y cuando transcurra un periodo de tiempo de cuatro años entre una y otra. Algunos de los motivos más habituales para solicitar una excedencia laboral son, por ejemplo, el de cambiar el trabajo por unos estudios, cuidar de familiares, darse un tiempo libre para descansar, solventar problemas de salud mental o físicos, realizar un proyecto personal, etc.
Solicitar una excedencia a la empresa no solo afecta al trabajador como tal, sino que también supone un cambio para el empleador, y es por este motivo que la empresa debe aceptar la excedencia para que esta pueda pasar a ser efectiva por ley y el trabajador pueda disfrutar de dicho tiempo libre. Considerar todos los aspectos que benefician y perjudican al trabajador es esencial antes de tomar esta decisión, y es algo de lo que queremos hablar con más profundidad a continuación.
Requisitos para solicitar una excedencia
Tal y como ya hemos mencionado en el punto anterior, ahora de solicitar una excedencia tanto trabajadora como empresa deben acogerse a lo que queda escrito en el Estatuto de los Trabajadores. Si bien es cierto que esta regulación deja lugar a la negociación entre empresa y empleado, por lo que a la hora de saber cómo solicitar una excedencia lo habitual es acudir a los convenios colectivos, en los cuales se desarrollará este apartado más en profundidad.
Una alternativa puede ser la de llegar a un acuerdo individual por parte de la empresa y el trabajador, alejado de los términos que se establecen en este convenio colectivo. Lo más importante siempre es que para poder solicitar una excedencia se deben cumplir varios requisitos básicos para que la empresa reconozca la posibilidad de esta excedencia voluntaria durante el plazo que ambos acordarán.
Con esto en mente, si abordamos los requisitos para pedir una excedencia voluntaria, el trabajador debe cumplir con estas características para poder solicitarla:
- Es imprescindible que el empleado lleve al menos un año trabajando en la empresa, puesto que se requerirá dicha antigüedad, pero sin tener en consideración el tipo de contrato para poder solicitar la excelencia.
- No se podrá pedir una excedencia si ya se ha solicitado una en los últimos cuatro años. Por lo que para poder volver a solicitarla se deberá dejar pasar este plazo.
- Aunque la legislación no lo exige de forma explícita, sí que es posible que aparezca esta cláusula en muchos convenios colectivos, por lo que también se requiere del trabajador que se solicite esta excedencia dando un breve aviso de quince días como mínimo a la empresa. Esto le permitirá al empresario poder prepararse para el puesto vacante y evitar que la salida del trabajador perjudique al rendimiento general.
A todo esto también hay que sumarle el hecho de que una excedencia voluntaria siempre debe solicitarse por escrito. A la hora de entregar este documento, si bien no es necesario especificar los motivos por los cuales se solicita este tiempo libre, sí que debe indicarse explícitamente el día de inicio y de finalización de dicha excedencia. Durante el tiempo del preaviso y en el que el trabajador permanecerá en su puesto de trabajo, este tendrá que continuar con sus obligaciones como de normal hasta que la resolución judicial conceda dicha excedencia.
Pros y contras de pedir una excedencia
Como bien hemos ido exponiendo a lo largo del artículo, existen diversos motivos para tomarse una excedencia, pero esta decisión siempre conlleva cierto riesgo y responsabilidades que debemos tener en cuenta. A la hora de solicitar esta excedencia voluntaria, la toma de decisiones es importantísima, y para ello vale la pena conocer de antemano los pros y contras de pedir una excedencia, tal y como te las explicamos a continuación.
Ventajas de una excedencia laboral
- El tiempo libre y el tiempo que obtenemos para nosotros mismos sin duda es el principal motivo y la ventaja por la cual solicitar una excedencia puede resultar una buena idea. Son muchas las personas que utilizan esta excedencia para formar una familia, dedicarse a ella o para cuidar de sus mayores. También durante este periodo podemos aprovechar para formarnos o para dedicarnos a otros trabajos diferentes. En general, este período puede ser un buen momento para descubrirnos mejor a nosotros mismos o para desarrollarnos de una forma que no podíamos conseguir trabajando para la empresa.
- Siempre existe una opción de prolongar la excedencia. Aunque la ley establece que el máximo son cinco años, si nosotros hemos solicitado una excedencia durante uno o dos siempre tenemos la opción de alargar este periodo de tiempo sin consecuencias. Por ello, como decimos, esta excedencia voluntaria, que puede durar hasta cinco años, comprende un periodo de tiempo muy valioso que dedicar a nuestro desarrollo personal.
- Saber que no perdemos nuestros derechos como trabajadores al solicitar esta excedencia sin duda es uno de los principales atractivos e incentivos. De la misma forma, tampoco se pierde la antigüedad en la empresa. Asimismo, la tramitación para llevar a cabo este proceso es bastante simple, por lo que una vez que tenemos la decisión clara el proceso suele ser muy fluido.
- En relación con el punto anterior, la posibilidad de retorno a la empresa es otro motivo que puede considerarse una ventaja. Uno de los motivos principales para solicitar esta excedencia es que tras la finalización de este período, el trabajo siempre va a tener prioridad para regresar a la empresa en el caso de que se diese una vacante en el puesto de trabajo que le corresponde.
Desventajas de pedir una excedencia
- El principal contrapunto a todas las ventajas de pedir una excedencia que hemos comentado en el apartado anterior es el hecho de que durante el plazo que está dure el trabajador no tendrá ningún tipo de ingresos. Con la excedencia se paraliza el trabajo y, por lo tanto, también la nómina.
- Aunque hemos comentado que la antigüedad de la empresa no se pierde y el trabajador se puede reincorporar en el caso de que surgiera una vacante en el futuro, también es cierto que la empresa no está obligada a aceptar al trabajador de nuevo. Una vez que el empleado recupere su puesto de trabajo o la empresa también puede rescindir el contrato laboral, así que esto es un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta.
- Tras esta excedencia también podemos encontrarnos con alguna dificultad para regresar al mercado laboral, lo que puede llevarnos a cierta incertidumbre laboral.
- Con la pérdida del puesto de trabajo o también se pierden los beneficios asociados a la empresa, como pueden ser, por ejemplo, el seguro médico, las vacaciones pagadas, los ingresos extra u otros incentivos laborales.
- También debemos saber que no se puede cobrar el paro durante el periodo de excedencia, puesto que, como ya sabemos, esta no contempla una finalización del contrato, sino simplemente una pausa. Todo ello nos lleva a tener en cuenta que no vamos a cobrar ni sueldo ni prestación por desempleo, así que durante el tiempo que dure la excedencia deberemos mantenernos por cuenta propia.