Qué hace un quiropráctico
El mundo de la medicina es muy amplio y, por ello, existen numerosas disciplinas de la salud que tratan dolencias internas del cuerpo mientras que otras se centran en las dolencias externas y, por tanto, en la rehabilitación física, como es el caso de la quiropráctica.
Muchas veces se confunde la quiropráctica con la fisioterapia, y lo cierto es que, aunque ambas tratan aspectos físicos del cuerpo, en realidad son dos especialidades totalmente distintas. La quiropráctica, que también se denomina quiropraxia, se entiende como un área de la salud propia, ajena a la de la fisioterapia.
Si tú también confundes ambos términos o te interesa conocer más en profundidad esta ciencia de la salud, te contamos más adelante qué es lo que trata la esta ciencia y cómo puedes llegar a convertirte en un profesional de la quiropráctica.
Significado de quiropráctica
Si atendemos al significado de la quiropráctica se entiende esta ciencia de la salud como una medicina alternativa cuyo propósito es el del diagnóstico y tratamiento de cualquier tipo de trastorno médico que pueda derivar del sistema musculoesquelético, sobre todo, de la columna vertebral.
Está ciencia tiene la creencia de que cualquier trastorno de la columna está relacionado directamente con el sistema nervioso y que, por tanto, la corrección de cualquiera de las vértebras puede mejorar la salud física y mental del paciente.
Su nombre propiamente dicho ya explica que esta quiropráctica se trata de una terapia manual centrada en la manipulación de la columna vertebral y otras articulaciones derivadas. Las bases de esta ciencia afirman que gran parte de las enfermedades de los humanos se ven causadas por alguna malformación en la columna vertebral y que al presionar los nervios que la rodean estos interfieren con el flujo de la energía natural de nuestro cuerpo y entorpecen el funcionamiento correcto de nuestro organismo.
La quiropráctica se trata de una terapia manual centrada en la manipulación de la columna vertebral y otras articulaciones derivadas.
Aunque esta teoría no se ha visto nunca avalada por pruebas científicas, la Organización Mundial de la Salud sí que reconoce esta práctica como una profesión legal, pues está confirmado que una mala alineación de las vértebras o cualquier otro problema en la columna vertebral puede causar molestias físicas en otras partes del cuerpo.
Es esta idea la que conforma la filosofía de esta ciencia de la salud, y se sigue creyendo en sus bases hoy en día. Aún así, muchos quiroprácticos tratan a sus pacientes mediante terapias convencionales de ejercicios físicos con los que ayudarles a llevar una vida más saludable.
De igual manera, la quiropráctica no busca solventar las dolencias del sistema osteomuscular, sino que únicamente quiere corregir cualquier desviación de la columna vertebral con la intención de poder mejorar la salud del resto de sistemas que componen nuestro organismo.
¿Qué es un quiropráctico?
Una vez entendido el significado de la quiropráctica, se puede decir que un profesional de la quiropráctica se encarga de analizar, detectar y corregir cualquier problema que pueda nacer en la columna vertebral, ya que su propósito es trabajar con las subluxaciones vertebrales.
Es importante destacar que el quiropráctico no trata síntomas, ya que este profesional buscará siempre un desajuste en la columna vertebral para corregirlo y, con ello, aliviar cualquier dolencia.
Esto significa que sea cual sea la zona de dolor, si visitamos a un quiropráctico, este siempre buscará la causa de nuestros problemas en la columna vertebral y no en la zona propia donde existe la dolencia.
Por ello, además, un quiropráctico siempre utilizará métodos naturales en su atención médica y nunca incurrirá en el uso de fármacos ni de cirugías para curar ningún problema físico. De este modo la quiropráctica suele combinar su tratamiento con el de otras terapias como la rehabilitación física las terapias de tratamientos de frío y calor y las eléctricas o mecánicas.
¿Para qué sirve un quiropráctico?
Toda esta información nos puede llevar a plantearnos la pregunta de qué es, exactamente, lo que cura un quiropráctico. Lo cierto es que el oficio de este profesional sirve para tratar cualquier tipo de dolencia de pacientes que acuden con problemas de dolor lumbar, dolor de cuello, dolor de espalda, dolor de cabeza, desviaciones posturales, dolor en las articulaciones, problemas de movilidad, ciática, problemas en los discos de la columna o osteoartritis.
Además estos profesionales de la salud también son conocidos por llevar a cabo las terapias de ajuste quiropráctico; esto es, las famosas terapias en las que el quiropráctico devolverá la articulación a su posición correcta mediante un movimiento muy rápido o un crujido con la intención de liberar cualquier nervio que haya podido verse afectado por esta mala colocación de la vértebra.
Las terapias de ajuste quiropráctico son las famosas terapias en las que el quiropráctico devolverá la articulación a su posición correcta mediante un movimiento muy rápido o un crujido.
Esta técnica se utiliza exclusivamente por los quiroprácticos, ya que corrige las subluxaciones, o lo que es lo mismo cualquier disfunción articular que pueda pinzar los nervios, generando dolores en otras zonas corporales. Todo este proceso se realiza únicamente con las manos sin necesidad de aparatos ni de medicamentos.
De esta forma, un quiropráctico realizará una anamnesis y un examen físico quiropráctico al cliente la primera vez que acude a la consulta con el fin de ponerse en conocimiento sobre sus antecedentes médicos.
Con todo esto, buscará averiguar sus vicios en las posturas y analizar sus funciones neurológicas para saber cuál será la mejor forma de tratarlo y de resolver sus dolencias. Si el quiropráctico concluye que sí que es capaz de ayudar al paciente, entonces podrá realizar un informe quiropráctico personalizado para él y la primera sesión de ajuste.
Este ajuste quiropráctico siempre se adapta en función de la patología, del individuo y del profesional quiropráctico, ya que existen diversas técnicas y el cuerpo en el que se ejerza este ajuste puede ser muy distinto. No se tratará de la misma forma a un bebé en época de crecimiento, a una persona mayor o a un atleta lesionado.
Requisitos para ser quiropráctico
Debido a la perspectiva médica de los últimos años, cada vez más muchos pacientes optan por tratamientos de la salud naturales en lugar de recurrir a fármacos. Esto ha impulsado que la profesión de la quiropráctica sea más conocida en España y, también, qué haya mucha más oferta y demanda.
Por tanto, si te interesa ejercer como quiropráctico, te contamos que los trabajadores de esta ciencia de la salud figuran entre una de las profesiones más importantes de las disciplinas médicas, y que solo existe un quiropráctico por cada 370.000 habitantes, lo que significa que es una carrera con bastante proyección laboral.
Es esencial entender que un quiropráctico es una profesión que requiere de un grado en Quiropráctica, el cual tiene una duración de 5 años. Al ser una metodología natural que se ejerce directamente con las manos y que, por tanto, entra directamente en contacto con el cuerpo humano, se debe estudiar rigurosamente y se requiere que los quiroprácticos cuenten con una titulación oficial para poder ejercer la actividad.
Este grado en Quiropráctica cuenta con un entrenamiento clínico que mezcla clases prácticas y teóricas en las que se ahonda de manera extensiva en diversas áreas de conocimiento del cuerpo humano. En su plan de estudios es posible encontrar asignaturas como la de ciencias orgánicas, palpatoria, biofísica, neuroanatomía, fisiología, química o anatomía.
Funciones de un quiropráctico
Como ya hemos comentado, el trabajo de un quiropráctico pasa por una terapia manual que se especializa en la palpación para poder examinar el cuerpo.
Esto requiere de los quiroprácticos que sean especialmente hábiles trabajando con las manos, que sean pacientes y que tengan una buena atención a los detalles, ya que el éxito de su resultado dependerá del buen manejo de sus manos.
El trabajo de un quiropráctico pasa por una terapia manual que se especializa en la palpación para poder examinar el cuerpo.
De esta forma, aunque el trabajo principal de un quiropráctico es el de manipular y ajustar la columna vertebral con la finalidad de mejorar la salud física y de aliviar el dolor corporal del paciente, lo cierto es que los quiroprácticos también utilizan, en ocasiones, otras terapias alternativas.
Te contamos las funciones más habituales de la práctica de estos profesionales:
- Analizar la condición médica de cada paciente en referencia a su historial médico.
- Llevar a cabo una evaluación física del paciente para examinar su postura vertebral, la colocación de sus vértebras, los reflejos y su postura general.
- Realizar pruebas varias como, por ejemplo, exámenes físicos, análisis de la postura o radiografías.
- Llevar a cabo el ejercicio de reajuste de la columna vertebral y de cualquier otra articulación del paciente.
- Combinar este tipo ejercicio con otros tratamientos complementarios como el ultrasonido, las terapias de masaje, las plantillas, los ejercicios de rehabilitación y las aplicación de soporte o de aparatos ortopédicos.
- Además esto, también se puede recomendar a los pacientes sobre ciertos hábitos de sueño y hábitos de nutrición con el fin de mejorar su estilo de vida generalizado.
Contraindicaciones de la quiropráctica
Como cualquier otro arte medicinal, fármacos o aplicaciones médicas, la quiropráctica también tiene sus contradicciones. Para ello, habrá que atender a las características del paciente y evaluar detenidamente mediante una observación clínica si este puede o no ser tratado mediante la quiropráctica.
Aun así, es cierto que existen ciertos diagnósticos con los que no se recomienda ir a visitar a un quiropráctico, ya que son totalmente incompatibles con este ejercicio, como son los siguientes:
- Fracturas óseas.
- Protusión discal.
- Osteoporosis activa.
- Artritis aguda.
- Osteopenia.
- Espondilolistesis.
- Osteomielitis
- Escoliosis.
- Tuberculosis ósea.
- Cáncer en la columna vertebral.
- Riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- Anomalías óseas.
- Entumecimiento o pérdida de sensibilidad en alguna extremidad.
- Enfermedades respiratorias.
- Trastornos neurológicos.
- Postoperatorios con prótesis.
- Lesiones neurológicas.
Esto es porque de acudir a un quiropráctico con cualquiera de estos diagnósticos existe el riesgo de sufrir una hernia de disco o agravar una hernia de disco ya existente; una compresión de los nervios en la parte baja de la columna; o algún tipo de accidente cerebrovascular tras la manipulación del cuello.
Para esto es esencial acudir siempre a la clínica de un quiropráctico titulado, ya que está práctica corporal puede ser muy útil, pero requiere de el tratamiento de un profesional.
¿Cuánto cobra un quiropráctico?
A la hora de establecer las tarifas respecto al sueldo de un quiropráctico, estas variarán según la consulta, pues el presupuesto de cada tratamiento es diferente. Este varía en función al paciente, a sus dolencias, a sus características y también en función al profesional, a su experiencia y al tipo de tratamiento que deba aplicar para curar el diagnóstico.
Existe la opción de cobrar un precio fijo por visita, independientemente del tratamiento, aunque esté será algo más elevado; o, quizás la alternativa más común y la más adecuada, es la de diagnosticar personalmente a cada paciente y establecer un presupuesto en función a sus necesidades.
De ser la segunda opción la que haya escogido el quiropráctico, se puede establecer que una sesión de consulta quiropráctica oscila aproximadamente entre los 20€ y los 80€, siendo el promedio unos 40€ por sesión.