¿Qué validez tienen las pruebas de un detective privado?
El ámbito de la investigación privada es uno de los más complejos, y es por ello que muchísimas personas todavía tienen bastantes dudas respecto a qué hace un detective privado o en qué consiste realmente su profesión. Siendo la figura del investigador privado una de las más importantes dentro del ámbito de las situaciones legales y personales, en este artículo queremos esclarecer qué validez tienen las pruebas de un detective privado en una causa judicial.
Y es que los investigadores privados pueden formar parte de un juicio, aportando ciertas pruebas, tanto en forma de informe como mediante distintos archivos multimedia o digitales, como pueden ser fotos o grabaciones. Si alguna vez te has preguntado cuándo puede grabarte o sacarte una foto un detective privado o si estos elementos pueden utilizarse en un juicio, te resolvemos todas estas dudas a continuación.
De esta manera, podrás comprender cómo funciona el mundo de la investigación confidencial y cuál es el papel de un detective en una causa judicial al detalle. Así, si estás pensando en contratar un detective privado, sabrás si su investigación puede serte útil para defenderte. Y también si son válidas las pruebas con detective privado para un juicio en función de qué se está investigando y qué tipos de pruebas pueda aportar este profesional.
Un investigador privado en una causa judicial
Uno de los aspectos más importantes que se asocian con los detectives privados es que esta figura debe enmarcar su trabajo siempre en la Ley de Seguridad Privada. Los detectives privados, por lo tanto, se rigen siempre por unos protocolos estrictos que se especifican en el marco legal vigente. Esto significa que no cualquier persona puede convertirse en detective privado, sino que hablamos de una profesión regulada, ya que para que un detective privado se considere tal necesitará estar en posesión de su Tarjeta de Identificación Profesional.
Con todo esto, podemos deducir que un investigador privado sí que se considera un profesional autorizado para efectuar distintas investigaciones, siempre y cuando estas se desarrollen conforme a lo que establece el marco jurídico actual. Un detective, por lo tanto, podrá investigar y aportar pruebas en una causa judicial activa si busca legitimar una causa que el cliente necesita confirmar o esclarecer. Por ello, para que pueda llevarse a cabo una investigación privada deben existir unas razones éticas, justas y que requieran de investigación, ya que tampoco puede investigarse cualquier asunto.
Si atendemos, por ejemplo, a lo que nos dicen desde una de las mejores agencias de detectives privados de España, doverty.es, nos dicen que los detectives privados prestan servicios de inteligencia tanto a particulares como a empresas, compañías aseguradoras o a abogados. Algunos de los servicios más solicitados suelen ser bajas, fingidas, custodias, infidelidades, pensiones, absentismo laboral y fraudes de siniestros. De esta forma, hablamos de investigaciones en las cuales existen sospechas que necesitan pruebas fundadas para considerarse delitos. De ahí la necesidad de los investigadores.
Respecto al trabajo de los investigadores privados, si atendemos a cuáles son las tareas de un investigador privado, estas pueden ser las siguientes:
- Acciones de vigilancia.
- Localización de individuos.
- Realización de informes detallados.
- Verificación de información de documentos.
- Investigación de antecedentes.
- Recopilación de pruebas.
- Entrevistas confidenciales.
El informe del detective: prueba en un juicio
Con toda la información del punto anterior, hemos visto que un detective privado puede llevar a cabo investigaciones de formas diferentes y, por lo tanto, participar en un proceso judicial de maneras distintas. Una de las aportaciones más comunes de los detectives privados en un juicio se lleva a cabo mediante el informe del detective. El informe del Detective es un documento que redacta el profesional una vez que ha finalizado su trabajo de investigación y en el cual se esclarecen los motivos de esta.
Como puedes imaginar, el informe del detective puede utilizarse en un juzgado como una prueba, puesto que aquí se reúnen aspectos clave a considerar. Los más comunes son: el testimonio del detective, la veracidad de la información, el listado recopilatorio de pruebas relevantes para el caso y otros asuntos que sirven para apoyar la situación del cliente. Con todo esto, sabemos que un detective privado está capacitado legalmente para llevar a cabo esta investigación, sin embargo, también tenemos que tener algunas consideraciones en cuenta.
El artículo 265.1.5 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dice que los detectives privados tienen un carácter de testigo cualificado, sobre todo haciendo referencia al trabajo que reflejan en el informe. Siempre y cuando en este documento se revelen hechos relevantes relacionados con el caso se podrán aceptar como una prueba testifical. Sin embargo, la ley también regula que durante un interrogatorio el detective privado solo podrá responder pruebas relacionadas con los hechos que se reflejan de forma clara en el informe o, lo que es lo mismo, con su proceso de investigación.
Dicho todo esto, también cabe destacar que para que pueda llevarse a cabo esta situación, los recursos y las herramientas utilizadas por los detectives deberán ser siempre legales. En el caso de que un cliente contratase a un detective privado que no cuente con la tarjeta TIP de detective privado, el informe no sería válido. De la misma manera, en el caso de que se demostrara que el detective privado hubiese obtenido las pruebas de una forma ilegal o vulnerando los derechos de intimidad del objeto de estudio de nuevo, las pruebas también quedarían invalidadas.
¿Son válidas fotos y grabaciones en un juicio?
Como último punto que queremos tratar en este artículo respecto a cuál es la validez de una prueba de detective privado en un juicio tenemos que hacer referencia a grabaciones y fotografías. Es muy recurrente en el trabajo de un detective privado utilizar la vigilancia como método investigativo. Durante este proceso, las pruebas fotográficas en vídeo o grabadas en formato audio pueden ser muy relevantes para demostrar delitos de una forma infalsificable. Por ello, todas estas pruebas fidedignas podrán adjuntarse en el informe como pruebas irrefutables con las que apoyar un caso durante un juicio.
De nuevo, en el procedimiento judicial en el que se presente un informe de un profesional de la investigación o fotografías y grabaciones como pruebas será imprescindible garantizar la profesionalidad del investigador. Todas las pruebas de un detective privado deben obtenerse siempre de forma lícita, sin atentar contra la intimidad de la imagen o el derecho al honor de su objeto de estudio. Aunque el detective privado puede investigar la vida de una persona, nunca puede invadir su intimidad, ya que de lo contrario incurriría en un delito.
Por todo esto, pese a que los detectives privados sí que tienen la potestad para llevar a cabo investigaciones privadas en la vida de los individuos, deben hacerlo siempre dentro de las normas establecidas por ley. Si quieres contratar un detective privado, cuídate mucho de los falsos detectives y solicita siempre su acreditación. De lo contrario, las pruebas que este te ofrezcan no resultarán válidas en un juicio y habrás tirado el dinero.
Podemos deducir, por lo tanto, que las fotografías y las grabaciones de un detective privado sí son válidas en un juicio. Como nota cabe mencionar que estas grabaciones y fotografías siempre se tienen que tomar en un ámbito público y nunca privado. Un detective privado no recurrirá a micrófonos escondidos para grabar conversaciones privadas. De la misma forma, el detective privado podrá grabar conversaciones siempre y cuando él mismo haya sido partícipe de esta.
Entendiendo todo esto, los detectives privados comprenden una figura sustancial en muchísimos procesos judiciales, pero es importante asegurar siempre que su ejercicio se lleva a cabo de forma legal. Tanto los informes del detective como las grabaciones y fotografías sí son pruebas admitidas en un juicio, pero siempre y cuando el profesional que las haya obtenido esté cualificado y aceptado como profesional de la investigación privada por el Ministerio.