Qué hay que estudiar para ser azafata de vuelo
Ser azafata de vuelo es una profesión de marcado carácter vocacional pero que requiere una formación específica, que abra las puertas a la posibilidad de encontrar trabajo en cualquier aerolínea de pasajeros. Viajar por el mundo, conocer gentes y culturas diversas y vivir nuevas experiencias en cada jornada laboral convierten a ésta en una profesión con múltiples atractivos y posibilidades de desarrollar una exitosa carrera bien remunerada.
Si te apasiona viajar y te gustan los trabajos que implican atender a las personas, en este caso los pasajeros de un avión, auxiliar de vuelo puede ser una interesante opción de futuro profesional, aunque en primer lugar, tendrás que tener claro qué requisitos debe cumplir un tripulante de cabina y qué hay que estudiar para ser azafata de vuelo. En este artículo, te damos todos los detalles.
¿Qué estudiar para ser azafata?
Para ser azafata de vuelo es necesario tener finalizados los estudios correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o equivalentes, aunque muchas compañías valoran positivamente haber terminado el Bachillerato o tener estudios de grado medio, superior o incluso universitario. El título de la ESO o el correspondiente en otros países, permite iniciar la formación para ser auxiliar de vuelo. Para obtenerlo es necesario realizar un Curso de Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP) que habilita para el desempeño de la profesión tras la obtención del correspondiente título, expedido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Para ser azafata es necesario realizar un Curso de Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP)
La formación de las futuras azafatas de vuelo siempre ha de ser impartida en un centro homologado por Aviación Civil. Algunas compañías aéreas forman directamente a sus auxiliares de vuelo, dándoles el curso TCP una vez que han sido seleccionados para trabajar en la empresa.
En realidad, son una minoría, ya que la mayoría exige haber obtenido el título de auxiliar de vuelo y, una vez seleccionados para el puesto de trabajo, ofrece una formación completaría para que el trabajador se familiarice con el método concreto de trabajo de la compañía y con las características específicas de sus aviones.
¿Qué carrera se estudia para ser azafata?
No es necesario estudiar una carrera universitaria para ser azafata, ya que los cursos homologados de tripulante de cabina ofrecen una completa formación para el eficaz desempeño de este trabajo. En ella se imparten materias muy diversas relativas a procedimientos de seguridad, asistencia a los pasajeros, servicio a bordo, normativa en cabina… siempre combinando la enseñanza teórica con la práctica.
Aun así, ser azafata de vuelo es perfectamente compatible con estudiar una carrera, resultando especialmente recomendables las relacionadas con el sector turístico, las relaciones públicas o la atención a clientes.
Además, hay que tener en cuenta que el puesto de auxiliar de vuelo exige un amplio conocimiento de idiomas (cuantos más, mejor). Junto a la lengua materna, es imprescindible dominar el inglés y deseable algún otro idioma, por lo que las carreras de Filología inglesa o las de Traducción e interpretación supondrían un plus a la hora de conseguir un buen puesto de trabajo en cualquier aerolínea.
¿Cuánto tiempo hay que estudiar para ser azafata?
La duración de los cursos para ser auxiliar de vuelo es variable, pero suele oscilar entre los cuatro y los seis meses. Han de contar con un número mínimo de horas lectivas que, en la mayoría de países, no suele ser inferior a las 315, que se reparten en aproximadamente en 240 horas de clases teóricas y el resto en realizar las imprescindibles prácticas. Generalmente las materias a estudiar se dividen en cuatro grandes bloques:
- Normativa. Funciones y normativa por la que se rige el trabajo de los tripulantes de cabina, directrices del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convenio de Chicago)) organismos internacionales relacionados con la aviación.
- Medicina y primeros auxilios. Conocimientos básicos de anatomía humana y estudio de las posibles reacciones del organismo ante los efectos del vuelo, aprendizaje (y práctica) para poder realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar en caso necesario.
- Factores humanos. Estudio de procesos que contribuyen a optimizar el trabajo en equipo, nociones de psicología para la atención de los pasajeros especialmente en situaciones de emergencia.
- Mercancías peligrosas. Se estudia el tratamiento adecuado de sustancias u objetos que pueden implicar riesgos en la cabina del avión.
Las horas de práctica se centran en lograr que los futuros auxiliares de vuelo adquieran los conocimientos básicos sobre las distintas aeronaves, incluyendo las cabinas de pilotaje, para familiarizarse, así, con su futuro entorno de trabajo. Además de saber desenvolverse en un avión, el objetivo de las prácticas es conseguir que los miembros de la tripulación dominen los procedimientos operacionales como la preparación de la cabina, la atención a los pasajeros en el momento del embarque, la explicación de las medidas de seguridad, el protocolo previo al despegue. Los primeros auxilios, las medidas de evacuación, el uso de balsas y chalecos en caso de caída al mar o cómo actuar ante un incendio son también parte esencial de esta completa formación.
En esos 4 – 6 meses que se tarda estudiar para ser azafata de vuelo, algunos centros incluyen también formación en inglés según el nivel de cada alumno, pudiendo optar por el inglés comercial o turístico, o bien, si ya se tiene un nivel alto, perfeccionarlo estudiando inglés técnico relacionado con la aeronáutica, algo que valoran especialmente las compañías aéreas. En algunos casos, la formación incluye también prácticas de natación con el objetivo de superar las pruebas físicas exigibles para ser azafata.
Es importante matizar que para tener derecho al examen que capacita para ser auxiliar de vuelo hay que cumplir necesariamente el 100% de las prácticas incluidas en el curso. Obtener el título implica aprobar tanto la parte teórica como la práctica.
Principales funciones de una azafata
El trabajo de una azafata de vuelo abarca múltiples funciones, todas relacionadas con la seguridad en la cabina y con la atención al pasaje. Los tripulantes de cabina han de estar atentos a un sinfín de detalles antes, durante y después del vuelo, procurando en todo momento hacer del viaje una experiencia satisfactoria y por supuesto segura.
Preparar y revisar la cabina del avión para que esté en óptimas condiciones para el embarque, ayudar a los pasajeros a ubicarse en sus asientos y a distribuir adecuadamente el equipaje de mano y comprobar que todo está listo antes del despegue es parte de sus funciones.
Los auxiliares de vuelo son una figura indispensable para que el trayecto en avión transcurra con normalidad. Antes del despegue, las azafatas explican a los pasajeros las medidas básicas de seguridad (salidas de emergencia, uso del cinturón de seguridad, chalecos salvavidas, máscaras de oxígeno…) y durante el mismo, están pendientes de atender en la medida de lo posible cualquier necesidad del pasaje. Proporcionar bebidas y alimentos, procurar que los pasajeros estén cómodos sobre todo en los vuelos de larga duración y atender especialmente a personas con necesidades concretas, como pasajeros que viajan con niños pequeños, personas mayores con movilidad reducida son algunas de sus importantes tareas.
Son muchas las situaciones en las que deben actuar con especial diligencia, por ejemplo, en caso de turbulencias, en los que los pasajeros pueden sentirse inseguros y nerviosos, ante retrasos inesperados o ante cualquier otra contingencia. En situaciones de emergencia, sobre todo en las que requieren una rápida evacuación del aparato, la actuación de los tripulantes de cabina es especialmente importante, ya que han de poner en práctica todo lo aprendido durante su formación para intentar minimizar daños y salvar vidas.
Apoyar a los pilotos en todo lo que puedan necesitar y realizar el desembarco del avión de manera ordenada y sin incidentes, una vez realizado el aterrizaje, es también parte de su trabajo.
Requisitos para ser azafata de vuelo
Además de la imprescindible formación, en sus procesos de selección de personal, las compañías aéreas tienen en cuenta las características y habilidades personales de los auxiliares de vuelo. Una azafata ha de tener un perfil empático, ya que parte esencial de su trabajo consiste en atender a los pasajeros.
Ser paciente, amable y organizada, saber mantener la calma, mostrar firmeza cuando es necesario, a la hora de hacer cumplir las normas de seguridad en un avión, y también ser capaz de integrarse con rapidez para trabajar cómodamente en equipos con personas de distintas nacionalidades, son aspectos de la personalidad importantes para desempeñar con éxito este trabajo.
Junto a esas características personales, los requisitos para ser azafata de vuelo son muy similares en todas las compañías, siendo los principales:
- Ser mayor de edad. Dependiendo de la normativa de cada país, se puede iniciar la formación a los 17 años pero, en el momento de realizar el examen, han de tenerse los 18 cumplidos. Algunas compañías solo seleccionan personal mayor de 21 años.
- Contar con el título de Tripulante de Cabina de Pasajeros
- Dominar al menos dos idiomas: lengua materna e inglés.
- Contar con una buena salud física y psicológica, algo que se acredita tras realizar el reconocimiento médico aeronáutico (Clase CC)
- Saber nadar y superar la prueba física incluida en el examen de TCP que en la mayoría de los casos consiste en nadar, en estilo libre, 100 metros en un tiempo no superior a los 2 minutos y medio.
- Tener una estatura mínima variable según compañías pero que suele oscilar entre los 1,57 – 1,60 metros en mujeres y 1,68 – 1,70 metros en hombres. Es importante para que los auxiliares puedan acceder sin dificultad a los compartimentos superiores de la cabina del avión.
- Tener una presencia correcta (sin que sea necesario ser ‘modelo’). Muchas aerolíneas piden que se tienen piercings o tatuajes no sean visibles llevando el vestuario de trabajo.
Cuánto cobra una azafata
La profesión de tripulante de cabina siempre ha sido un trabajo de alta empleabilidad. Tras unos años de estancamiento, la demanda se ha ido recuperando a medida que los efectos de la pandemia de Covid 19 se han ido reduciendo y se ha retomado el tráfico aéreo de pasajeros a un ritmo creciente.
En cuanto a los salarios, existen importantes oscilaciones entre compañías, especialmente notables entre las líneas low costs y las aerolíneas tradicionales. También hay diferencias importantes según el país base de la empresa. De media, la banda salarial de una azafata que inicie su carrera se sitúa en torno a los 20.000 – 25.000 euros brutos anuales, una cifra que se incrementa con experiencia y horas de vuelo.
Al salario base hay que sumar los diferentes extras, bonus y dietas (vuelos internacionales, pernoctaciones, venta de productos en el avión, suplencias…) así como ventajas adicionales como vuelos gratis o con precios especiales, descuentos en hoteles etc. Dependiendo de la antigüedad y especialmente si se desempeña el puesto de sobrecargo, jefe responsable del equipo de tripulantes de cabina, el sueldo asciende, pudiendo superar fácilmente los 30.000 – 40.000 euros brutos anuales.
Cómo ser azafata de vuelo en España
Al igual que ocurre en el resto de los países de la Unión Europea, para trabajar en España como auxiliar de vuelo es imprescindible realizar el curso de tripulante de cabina y contar con el correspondiente título oficial, que solo puede obtenerse formándose en un centro aeronáutico homologado por el Ministerio de Fomento. También se exige hablar perfectamente dos idiomas: castellano e inglés, como mínimo. Como requisitos legales, es necesario tener nacionalidad de algún país de la UE (o en caso de países terceros disponer de permiso de residencia o estudios) y contar con DNI o pasaporte en vigor. Además, para ser azafata de vuelo en España hay que carecer de antecedentes penales y contar con el certificado médico aeronáutico.