Qué hay que estudiar para ser notario
Un notario es un funcionario público del Estado que interviene en múltiples actos interpersonales de ámbitos muy diversos, dotándolos de seguridad jurídica. Ejercer como notario requiere una exigente preparación previa, con años de estudios específicos, para poder acceder a una profesión muy valorada y de alta remuneración.
Si estás pensando en desarrollar tu carrera profesional en el mundo de la notaría, te interesa saber qué hay que estudiar para ser notario y los pasos a seguir hasta poder ejercer este trabajo, que incluye el desempeño de numerosas funciones de gran responsabilidad. Si estás dispuesto a trabajar duro para hacer realidad tu vocación, te contamos lo que tienes que estudiar para llegar a ser notario.
¿Qué estudiar para ser notario?
El notario es un profesional de alta cualificación que actúa como fedatario público ejerciendo su labor con una total independencia, solo limitada por la propia Ley. La formación para ser notario es una carrera ‘de fondo’, ya que exige años de dedicación. El primer paso, una vez obtenido el título de Bachillerato, es cursar el Grado de Derecho porque solo un doctor, licenciado o graduado en Derecho puede aspirar a convertirse en notario.
Con la carrera terminada, para ser notario hay que preparar las oposiciones que, periódicamente, convoca la Dirección General de los Registros y del Notariado, dependiente del Ministerio de Justicia. Aprobar la oposición implica la obtención del título de notario, indispensable para el ejercicio de la profesión.
Aunque el tiempo que se tarda en preparar estas oposiciones va a depender de cada aspirante, lo habitual es que no sea inferior a 5 o 6 años, en el mejor de los casos, dada la extensión y dureza del temario que es necesario dominar (348 temas en la última convocatoria). A este respecto, hay que matizar que también hay quien ha sacado la oposición en 2 – 3 años, ya que todo depende de la dedicación y capacidad de estudio.
Derecho Civil y Mercantil, leyes hipotecarias y fiscales, Derecho Procesal y Administrativo y legislación notarial son solo algunos de los grandes bloques que dan forma al contenido de la oposición.
Para prepararla, resulta casi imprescindible apuntarse a un centro o academia especializada que pueda guiar el estudio y además, hay que estar dispuesto a dedicarle el tiempo necesario, con una media aproximada de 7 – 8 horas diarias. La preparación ha de incluir no solo la adquisición de conocimientos, sino la práctica en técnicas de concentración y autocontrol (para mantener la calma y evitar quedarse ‘en blanco’) y también de exposición oral, porque algunos de los ejercicios de la oposición tendrán que ser leídos o contestados verbalmente ante el tribunal.
¿Cómo ser notario? Requisitos y qué hay que hacer para ser notario
Las oposiciones a Notaría son oposiciones libres, es decir, en principio, cualquier graduado o licenciado en Derecho puede intentar sacarlas adelante y obtener así el título de notario, pero hay una serie de requisitos que también es imprescindible cumplir para poder presentarse a una oposición de estas características
- Tener nacionalidad española o de cualquier otro país miembro de la Unión Europea y ser mayor de edad
- Contar con la licenciatura, grado o doctorado en Derecho obtenido en una facultad española. Si el título ha sido obtenido en otro país tendrá que estar convenientemente convalidado u homologado.
- No encontrarse entre los casos que incapacitan para el desempeño del cargo de notario, por ejemplo, estar inhabilitado por sentencia firme para el ejercicio de funciones públicas.
Si se cumplen estos requisitos en el momento que se convoquen nuevas plazas para notarios los licenciados en Derecho que deseen desarrollar su carrera en este ámbito pueden apuntarse a la oposición presentando la correspondiente documentación y pagando las tasas que dan derecho a examen.
Para ejercer esta profesión, hay que estudiar Derecho y aprobar las oposiciones a notario
Llegado el momento, los aspirantes a notario tendrán que superar las distintas pruebas de las que consta la oposición que básicamente están divididas en cuatro ejercicios. Los dos primeros son orales y en ellos el opositor tendrá que exponer distintos temas aleatorios de las ramas del Derecho incluidas en el temario. Los dos segundos son escritos y consisten en la redacción de dictámenes y otros documentos notariales.
Una vez superado el reto y conseguido el objetivo de tener el título de notario, toca esperar a la asignación de plaza a través de concurso notarial, que tiene en cuenta las necesidades de la demarcación notarial existente en España a la hora de cubrir las plazas de notario.
Funciones de un notario
El trabajo de un notario se enmarca en un amplio campo de actuación ya que su misión principal es ser garante de la legitimidad y seguridad de los actos de los que da fe con su firma, tanto en lo que respecta a las personas, a nivel particular, como ante el Estado.
Sus funciones son múltiples, empezando por el asesoramiento al que tiene derecho cualquier ciudadano que quiera realizar un acto con posibles repercusiones jurídicas y terminando por su intervención como fedatario público en cuestiones de la más variada índole. La constitución de una sociedad mercantil, un contrato de compra venta, un testamento, un poder notarial… son documentos hechos en escritura pública, válidos ante cualquier tribunal en caso de conflictos, en los que la figura del notario es imprescindible. En concreto, entre las funciones de un notario se incluyen:
- Dar fe pública notarial, es decir, verificar lo que percibe en la realización de cualquier acto que requiera su intervención, sin que pueda ponerse en duda la autenticidad del mismo.
- Redactar o verificar documentos como: testamentos, herencias, declaración de herederos, capitulaciones matrimoniales, contratos de compraventa y de préstamos hipotecarios o personales, poderes notariales, actas, constitución de sociedades y empresas.
- Celebrar matrimonios y también divorcios o separaciones siempre que la pareja no tenga hijos menores de edad (desde 2015).
- Actuar en la resolución de controversias contractuales en casos determinados.
- Reconocer y dar validez a documentos privados
- Expedir copias de escrituras públicas y corregir algún dato erróneo que pudieran contener las mismas.
- Detectar posibles infracciones legales en cualquier ámbito pero especialmente en actos que pudieran resultar perjudiciales para personas vulnerables, niños o mayores y también en el intento de posibles delitos relacionados con el blanqueo de capitales.
- Archivar y conservar los distintos documentos notariales
¿Cómo convertirse en notario público?
Llegar a ser notario no es una tarea al alcance de todo el mundo porque requiere años de formación y una constante actualización de los conocimientos adquiridos. Además, un notario debe reunir no solo una potente capacidad de estudio, sino una serie de características personales entre las que destaca la habilidad necesaria para explicar a los intervinientes en un acto (herencias, hipotecas, poderes…) lo que ese acto implica y sus posibles consecuencia, asegurándose, además de que lo han comprendido.
Si tu vocación es enfocar tu carrera jurídica en el sector de la notaría, una vez obtenido el título que te acredita como abogado, tendrás que preparar las oposiciones para superar las distintas pruebas.
Una vez aprobada la oposición, hay que esperar a obtener la plaza correspondiente, algo que puede demorarse en el tiempo. Para ejercer la profesión es necesario estar inscrito en el Colegio Notarial de la comunidad autónoma correspondiente.
Una vez obtenida la plaza, el notario podrá empezar a desarrollar su trabajo en el lugar asignado, encargándose del eficaz funcionamiento de su propia notaría.
¿Cuánto cobra un notario?
La banda salarial de un notario es alta pero, existen importantes variaciones en lo que a los sueldos de los notarios se refiere dependiendo de la plaza asignada y del número de actos realizados. En este sentido, hay que aclarar que no todos los honorarios que tienen que abonarse en una notaría son para el notario. Una parte importante es la provisión de fondos, con los que la notaría hará frente a impuestos y posibles gastos registrales derivados del acto del que el notario da fe.
Las tarifas por los servicios notariales están legalmente establecidas por Real Decreto, aunque los notarios tienen cierto margen de maniobra a la hora de realizar descuentos en las facturas (no superiores al 10%).
El salario de un notario depende del volumen de trabajo de la notaría y del tipo de documentos o actos que verifique
El tipo de documentos verificados y firmados y, sobre todo, el volumen de trabajo al que dé salida cada notaría van a determinar el sueldo de estos profesionales, cuyo salario medio puede situarse en torno a los 60.000 – 70.000 euros brutos al año pudiendo superar los 100.000 en muchos casos.
Resulta sencillo entender las oscilaciones en cuanto a remuneración económica que pueden existir entre una notaría de una capital de provincia y una que dé servicio a una pequeña comarca.
Además, aunque el notario sea un funcionario público, la notaría funciona como una empresa privada, por lo que de los ingresos que obtiene hay que descontar los gastos, por ejemplo de alquiler de local u oficina y del personal, aparte del notario, que trabaja en la notaría.
¿Qué se necesita para poner una notaría?
En España no es posible abrir una notaría sin cumplir los requisitos exigibles. Solo podrá ponerla un licenciado en Derecho que, además, haya obtenido el título de notario mediante oposición. Tampoco es posible decidir abrir una notaría por cuenta propia, pensando en posibles necesidades que requieren ser cubiertas.
Es la demarcación notarial, que establece el Ministerio de Justicia, la que determina la posibilidad de abrir una notaría en una determinada localidad, teniendo en cuenta la población y también la actividad económica y los actos jurídicos contractuales que en ellas se desarrollan.
Cuando se dan todas las circunstancias que hacen posible poner una notaría, el notario podrá abrirla cumpliendo con los requisitos que exige cualquier otro negocio (licencia de apertura, de actividad…) Necesitará, además, contar con un espacio físico, con unas instalaciones adecuadas para atender a los que demanden sus servicios y también con el personal necesario, desde encargados de recepción, hasta auxiliares y oficiales de notaría, generalmente licenciados en Derecho, Economía y carreras afines.
El notario suele ser un profesional autónomo y deberá cumplir con todos los requisitos legales y tributarios en el desarrollo de su trabajo.
¿Cuántos notarios hay en España?
En España hay cerca de 3.000 notarios agrupados en los 17 colegios notariales, uno por cada comunidad autónoma. Las notarías se reparten por todo el territorio según las directrices de la última demarcación notarial de 2015, una distribución que se revisa aproximadamente cada 10 años. Cataluña y Madrid son las dos comunidades donde se concentra el número más elevado de notarías. La demarcación notarial está pensada para que cualquier ciudadano pueda acceder a los servicios de un notario con relativa facilidad.